Forjados de hormigón armado
Los forjados de hormigón armado generalmente están conformados por vigas y viguetas de hormigón (armadas in situ o prefabricadas pretensadas), bovedillas (o piezas aligerantes de cerámica, hormigón, etc.), y capa de compresión de hormigón, ligeramente armada mediante un mallazo.
Forjados unidireccionales
Los forjados unidireccionales se conforman con viguetas (de hormigón armado o metálicas), bovedillas (que se montan entre las viguetas), y una capa de compresión de hormigón. Las viguetas transmiten las cargas desde la capa de compresión a las vigas o zunchos perimetrales.
Forjados bidireccionales o reticulares
Los forjados bidireccionales se conforman con casetones (u otro elemento aligerante) dispuestos en retícula; entre y sobre ellos se monta una armadura, de barras de acero llamadas nervios, en ambas direcciones. El conjunto se hormigona. Las cargas se transmiten a los pilares mediante capiteles macizados. Los casetones normalmente suelen ser retirados (recuperados).
Losas de hormigón armado
También existen forjados de hormigón armado macizo, al que se le llama losa. Las losas son la tipología de forjados más pesada, y que más carga soporta. Si a esa losa se le disminuye el espesor puede llegar a trabajar como una lámina. Si la losa se aligera con bovedillas normalmente se le llama losa reticular.
Los forjados de hormigón son los más extendidos en España, por la amplia y barata disponibilidad del material. Es el tipo más pesado de todos, pero también el más rígido. Puede soportar grandes cargas, incluso con amplias luces, es monolítico, de gran resistencia al fuego y aceptable aislante acústico.
También existen forjados de hormigón armado prefabricados cuyo tiempo de ejecución es menor que los convencionales. Se conforman mediante prelosas o placas alveolares.